Comunicación y Género
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- Escrito por: Carlota Coronado Ruiz
- Categoría de nivel principal o raíz: Alumnos/as
- Categoría: Comunicación y Género
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Trabajo realizado por:
Abel Sánchez Rodríguez
Ricardo Manuel Álvarez de Sousa
Sandra Zhen Isidoro Balsalobre
Lucía Suárez Afonso
En este trabajo hemos querido abordar las temáticas de la brecha salarial y el techo de cristal en la actualidad a través de una serie de noticias presentadas en el formato de un informativo. Trabajamos con la idea de crear un programa informativo entero en temas de género, así como introducir partes de la opinión pública en este. Este noticiario lo hemos bautizado con el nombre de Mundo Joven.
Realizamos este trabajo con la intención de demostrar que es posible desarrollar un programa informativo completo centrado exclusivamente en noticias sobre la brecha salarial o el techo de cristal, por la cantidad de sucesos actuales que se pueden tratar y los efectos que tienen sobre la población.
Algo que hemos aprendido en clase y que hemos tenido en cuenta, ya que nos parece de vital importancia, es el tratamiento de la información teniendo en cuenta la perspectiva de género, por lo que la mayoría de fuentes, oficiales y personales, al igual que los vídeos, hemos intentado que sean dadas por mujeres, ya que el tema directamente les afecta a ellas y son las que mejor van a tratar esta problemática que les queda cerca. Es un trabajo de investigación por lo que hemos tenido que acceder a varias fuentes de información y medios de comunicación para, primero, la realización de las noticias y el contexto, seleccionando las que a nuestro parecer eran las más destacables, sin perder que sea un caso actual, y segundo, la propuesta de entrevista. Esta última apoya el contenido a través de experiencias personales, al igual que lo hace los diferentes planos de video que van apareciendo a lo largo del informativo.
Algunas de las dificultades que hemos podido encontrar han sido: no caer en el tratamiento repetitivo de estos temas en las noticias; introducir elementos de actualidad; que el discurso no se concentrara exclusivamente en datos o cifras.
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Componentes del grupo
Marcos Del Baño Baena, Mario Jiménez González, Paul Alejandro Chanchay Guañuna,
Paula Fernández Martínez y Naroa Fernández Cebrino
Durante siglos, la mujer ha estado situada en un lugar muy concreto de la sociedad.
Relegada a un segundo plano como esposa, amante, madre y ama de casa.
El movimiento conocido como Feminismo, una reivindicación de la libertad femenina cuyo
objetivo principal es situar a la mujer en el mismo plano social y político que el hombre. Su
nacimiento es en 1791, Olympia de Gouges publica la “Declaración de derechos de la mujer
y la ciudadana”. Pero el Feminismo se irá desarrollando de manera paulatina y ocupando un
lugar importante en grandes acontecimientos históricos posteriores.
Desde Estados Unidos y sus revolucionarias en Seneca Falls, a favor de sus derechos;
pasando por las fuertes sufragistas del Reino Unido con objeto de la implantación del
derecho al voto femenino; y llegando hasta las mujeres sudamericanas de la actualidad bajo
el grito “Ni una menos” como rechazo a la violencia machista.
Han sido muchos quienes han tomado parte en el Feminismo. Mujeres como Virginia Woolf,
Betty Friedan, Sojourner Truth, Frida Khalo, Margaret Fuller, Rosa Luxemburgo o Clara
Campoamor, todas ellas defensoras de la causa, cada una en su respectivo campo de
conocimiento.
Y no sólo hemos visto a las activistas recorrer calles y plazas, o implorar sus derechos bajo
gritos. Como movimiento político-social, el Feminismo se ha plasmado como propaganda,
pues, en cualquier forma en que se muestre, es siempre un llamamiento para establecer
principios y valores propios de su ideología.
Es por ello por lo que, aunque el movimiento ha recorrido y recorre un camino duro, ha sido
fácil recurrir a numerosas vías para su difusión. Símbolos característicos como el color
violeta o el puño en alto sobre el icono del sexo femenino, ambos nacidos en la primera
mitad del siglo XX, o incluso el día 8 de marzo, transportan a cualquier persona a una idea
común. También los carteles, una de las principales formas de propaganda política a lo
largo de la historia, han estado presentes en el movimiento feminista. Un ejemplo de ello es
el famoso cartel: “We can do it!”, diseñado por J. Howard Miller en Estados Unidos durante
la Segunda Guerra Mundial como símbolo de fuerza para las trabajadoras, pero que sería
adoptado décadas después como imagen emblemática del Feminismo, con sus numerosas
adaptaciones.
Durante la última década, el Feminismo ha vivido un auge increíble en todo el mundo.
Muchos expertos marcan este momento como álgido en la historia feminista. A raíz del
desarrollo de las redes sociales y la mayor conciencia de grupo, el siglo XXI ha visto como
el Feminismo ha crecido exponencialmente, a través de movimientos sociales como el Me
Too o los avances en materia jurídica con relación al aborto o a la violencia de género. Y es
que, si nos asomamos a cualquier rincón, desde plataformas como Instagram o Twitter, las
tiendas a las que acudimos con frecuencia, o los callejones de ciudades como Madrid,
encontramos múltiples reivindicaciones feministas. Pero ¿es real en cualquier caso la lucha
feminista, o hay quienes se aprovechan de ella?
ORIGEN: CAMISETA DIOR
La moda y la forma de vestir siempre ha sido parte de la forma de expresión del ser
humano. En las sociedades antiguas eran los altos cargos o los jefes los que podían llevar
ciertas prendas que les distinguieran. A comienzos del siglo XX, con el auge de los
movimientos sufragistas, la moda empezó a tener un papel reivindicativo. Es aquí cuando la
moda se convirtió en un arma feminista, con grandes ejemplos como el de Coco Channel
que introdujo los pantalones en el armario de las mujeres, y que muchas actrices y
celebridades de Hollywood como Katharine Hepburn o Marlene Dietrich siguieron. Y
podríamos seguir con numerosos ejemplos de actos de “rebeldía”, que podrían decir
algunos, a lo largo de todo el siglo XX.
Ya en la actualidad, en la pasarela de 2017, la diseñadora de la firma DIOR, Maria Grazia
Chiuri, abrió una nueva etapa en la moda feminista con el diseño de una camiseta marcada
con el mensaje “We all should be feminist”. Esta prenda se hizo viral por su aparición en una
marca de lujo y su difusión en las redes sociales por celebridades e influencers. Ahora
hemos podido volver a verla en la nueva película del director Pedro Almodóvar “Madres
Paralelas”, haciendo a esta camiseta de nuevo viral y convirtiéndola de nuevo en
“tendencia”. Por otra parte, el diseñador Prabal Gurung, presentó en su colección
otoño-invierno en París 2017/2018 otro básico estampado con el eslogan “future is female”.
A partir de estos acontecimientos, han sido muchas las firmas que “se han subido al carro
de las prendas reivindicativas”.
Si nos fijamos, muchos artículos emplean la palabra “tendencia” para denominar la viralidad
de estas camisetas y hacerlas parte del movimiento feminista.
La palabra tendencia significa: “Idea o corriente que se orienta en determinada dirección”.
Podríamos decir que el feminismo lo es, ya que son una serie de ideas que se orientan en la
dirección de la igualdad. Sin embargo, actualmente, cuando escuchamos o leemos la
palabra tendencia lo vamos a asociar con algo temporal. Un ejemplo de ello en la moda son
las “Tendencias de la temporada”, que van a estar vigentes durante ese periodo de tiempo y
después se van a “desechar”. ¿Podríamos decir que con las camisetas de DIOR está
ocurriendo algo similar? De la misma manera podríamos hablar también de la palabra carro,
cuando hemos leído que “muchas firmas se han subido al carro de las prendas
reivindicativas”. Parece que el feminismo se ha añadido al carrito de la compra, ¿significa
esto que vamos a consumirlo hasta agotarlo para después comprar otra cosa?
Sabemos que la moda ha jugado, y juega un papel muy importante en el feminismo. En
cambio, existen opiniones al respecto que ponen en duda si la verdadera finalidad de este
tipo de prendas o “tendencias” es en consonancia con el movimiento o simplemente se
aprovechan de ello para su comercialización, ya que vivimos en una cultura en la que el fast
fashion está muy arraigado.
FEMVERTISING O COMODDITY FEMINISM
Si observamos las enormes concentraciones que se producen el día 8 de Marzo y
pensamos como un empresario, vemos una muy buena oportunidad para unirnos a ese
movimiento que mueve masas. Las empresas han visto en el feminismo, además de un
necesario movimiento reivindicativo, un instrumento capaz de funcionar como imán y
pegamento del público femenino. Han logrado capitalizar el movimiento, apelando a las
emociones.
Incluso han surgido conceptos como “femvertising” o “commodity feminism”, que enlazan los
valores e ideas feministas con el marketing y la publicidad. Sin embargo, esto suscita
mucha crítica y controversia, porque desvincula al feminismo de sus valores originales.
Muchas firmas gastan inmensas cantidades de capital en marketing para llevar a cabo el
“femvertising”. Pero es aquí donde vemos que esta especie de “ficción” que crean las
marcas en sus campañas no siempre van acorde con la realidad de las mujeres. Ejemplo
H&M: Como vemos en la campaña “She’s a lady” de H&M en 2016 que eliminando todos los
estereotipos establecidos y redefiniéndolos para quitarnos la idea de la dama perfecta,
encontramos por ejemplo una mujer musculada y fibrosa en un vestido delicado y fino que
la sociedad no asocia con ese tipo de cuerpos. No podemos reducir el movimiento a una
camiseta o un hashtag sin compromiso.
CONCLUSIÓN
En definitiva, hemos observado cómo el lugar de la mujer en la sociedad, especialmente,
resulta un punto llamativo al que recurrir para conseguir un fin determinado, sea más o
menos lícito moralmente. Y esto ha sido así desde hace décadas, pero en la actualidad,
como hemos visto en todo nuestro estudio la globalización ha aumentado este interés
común por utilizar el discurso feminista.
En definitiva, hemos visto cómo las corrientes ideológicas sociales suelen llevar consigo una
oleada de movimientos que afectan a todos los ámbitos. El lugar de la mujer en la sociedad,
especialmente, resulta un punto llamativo al que recurrir para conseguir un fin determinado,
sea más o menos lícito moralmente. Y esto ha sido así desde hace décadas, pero en la
actualidad, como hemos visto en todo nuestro estudio, la globalización ha aumentado este
interés común por utilizar el discurso feminista.
Debemos ser conscientes de cómo utilizamos el discurso feminista. Si a través de esta
introspección somos capaces de reconocer conductas que deriven a intereses propios
debemos cambiar esto, ya que el objetivo es la reivindicación del movimiento. Debemos
pensar dos veces lo que compramos, ya que todo afecta. Visto lo visto, ¿Eres feminista, o
sólo sigues modas?__
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Trabajo realizado por Inmaculada Concepción Calvo Mérida, Sergio Bojart Galindo y Miguel Esteban Carrero.
Para este trabajo final, como se puede ver en el título, el tema que hemos elegido tratar es el de las mujeres escritoras.
Nuestra intención con esta selección es dar a conocer mediante un breve documental a todas aquellas mujeres que existen dentro de la escritura, es decir, de la literatura además de también dar a conocer una breve historia que tienen dichas mujeres escritoras detrás; en parte porque desafortunadamente si no sale de nosotros mismos el investigar sobre esto, no se nos enseña en los centros educativos.
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Componentes del grupo: Ángel García Lozano, Itziar García Malaina y Miriam Mascaraque Greciano
Elección del tema y objetivos:
Los gustos y las profesiones no tienen género. Sin embargo, hay ocupaciones que las relacionamos más con el género masculino o femenino. Y en ocasiones, esto se debe a que hay profesiones con mayor porcentaje de hombres o mujeres. En este caso, nos centraremos en mujeres en ámbitos masculinizados. El objetivo es darle visibilidad a diversas figuras femeninas que aparecen en el vídeo con el propósito final de normalizar la figura de las mujeres en cualquier ámbito.
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Participantes: Miguel Guerrero, Laura Martínez y Camila Mora
Desde el primer momento que decidimos mirar el temario, decidimos hacerlo sobre el rol de la mujer en los medios de entretenimiento (cine, series y teatro), debido a que tenemos una profesora en común, Saida Santana, actriz y guionista reconocida.
La idea del principio era hacer algún tipo de introducción o voz en off en medio de la entrevista, la cual no fue muy difícil de plantear porque eran 4 preguntas relacionadas con la mujer y el espectáculo. El enfoque era que Saida nos arrojara luz más allá de lo que dijéramos, pero concluimos una vez hecha la entrevista que no hacía falta añadirle más palabras a la entrevista.
Las mayores dificultades, han sido a la hora de editar, por no pasarnos del tiempo reglamentario (la entrevista duraba unos 6 minutos y medio y hemos tenido que recortar lo prescindible) y el concertar la entrevista con Saida, que con las evaluaciones estaba muy ocupada. Nos habría gustado hacer una introducción con imágenes recurso de la universidad, para contextualizar el lugar de la entrevista, pero por el tema tiempo nos ha sido imposible añadirlo.
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REPORTAJE: "¿SIGUEN LAS PRINCESAS ATRAPADAS EN LA TORRE?
{youtube}https://www.youtube.com/watch?v=yl9n0-Bucgs {/youtube}
El tema que tratamos en este reportaje es el machismo en las historias de las princesas Disney. Desde Blancanieves, alrededor de 1937, hasta las heroínas modernas como Moana, estas historias han estado presentes en la vida de generaciones, influyendo en cómo entendemos el amor, los roles de género y la idea de lo que significa ser "una princesa". Pero, ¿qué nos estaban diciendo realmente? ¿Qué mensajes, a veces sutiles, otras veces evidentes, han dejado grabados en nuestra cultura y, en muchos casos, en nuestra forma de vernos a nosotras mismas? La intención de este análisis no es destruir la magia de estos cuentos ni negar el impacto positivo que han tenido en muchos aspectos. Queremos, más bien, mirar más allá de las luces y el encanto. Interrogarnos sobre lo que hay bajo la superficie.
Examinar cómo las primeras princesas, con su silencio, sumisión y dependencia hacia los príncipes, reflejaron los valores de la época que las vio nacer. Y, al mismo tiempo, reconocer cómo, con el tiempo, estas figuras han ido evolucionando, desafiando los estereotipos en los que alguna vez quedaron atrapadas.
El trabajo no ha sido sencillo. Por un lado, está la dificultad de equilibrar la nostalgia que todos sentimos por estas historias con una mirada crítica. Es fácil enamorarse de los vestidos brillantes, las canciones inolvidables y la idea de un “final feliz”. Criticar esos aspectos a menudo puede parecer un ataque a la infancia misma, lo que hace más difícil abordar el tema sin caer en polarizaciones.
Por otro lado, está la cuestión de la evolución misma de Disney. Su trayectoria no ha sido un camino recto ni perfecto. Si bien las princesas modernas han roto muchos estereotipos, los pasos hacia la diversidad y la representación igualitaria aún son insuficientes. Hay avances, pero también vacíos. Analizar este progreso y sus limitaciones implica sumergirse en matices, evitar simplificaciones y reconocer que la transformación cultural no ocurre de un día para otro.
Con este trabajo, buscamos no solo entender cómo el machismo ha marcado estas historias, sino también invitar a reflexionar sobre el poder que tienen los relatos que elegimos contar. Los cuentos de hadas no son solo entretenimiento: son espejos y mapas.
Moldean cómo vemos el mundo y cómo queremos vivir en él.
Esperamos que este reportaje sirva para iluminar tanto las sombras como las luces de estas narrativas, y para demostrar que, como en los mejores cuentos, siempre hay espacio para una transformación. Que las historias pueden cambiar, y con ellas, tal vez también nosotros.