La película francesa No todo el mundo puede presumir de haber tenido unos padres comunistas (Jean-Jacques Zilbermann, 1993) es un film de bajo presupuesto que se aproxima, a partir de los códigos característicos de la comedia, a una familia francesa de clase media durante los años del ecuador del siglo XX.
El relato plantea una aproximación, no exenta de nostalgia, a las vivencias cotidianas de un grupo de personas corrientes. Su particularidad estriba en la decidida militancia izquierdista de la madre, verdadera cabeza del grupo de personajes.
La película se realizó coincidiendo con la desaparición histórica de la Unión Soviética y la aparente pulverización histórica del sueño del Socialismo Real. El film ofrece una perspectiva abiertamente nostálgica sobre el sentimiento comunista, interiorizado socialmente en el contexto de un país capitalista desarrollado (Francia), durante la Guerra Fría.
El film se aleja de la crítica descarnada o la soflama propagandística, y propone una radiografía de la ideología política desde la realidad inmediata de los personajes. En este sentido, subjetiviza el sentimiento político, incorporándolo al marco de lo inmediato banal. Es desde ese marco desde donde se enfocan las particularidades y contradicciones de formar parte (y sentirse) clase social, la experiencia del compromiso militante, y la reflexión sobre el sistema del bienestar en la Francia de la Edad de Oro del capitalismo.
A partir del visionado de la película realizado en clase, los estudiantes deberán analizar (en grupo) los siguientes aspectos:
1. Estructura narrativa del film. Presumible sentido simbólico de los personajes.
2. Rasgos que definen el ser comunista (claves ideológicas, morales, de comportamiento, actitudes individuales, formas de sociabilidad, modos de interpretar la realidad, cosmovisiones...).
3. Reflexionar acerca de la evocación histórica que propone la película, y más en concreto, sobre la evocación de la Guerra Fría.