Componentes del grupo:
Ana Belén Berrezueta Berrezueta
Jacobo Lince Sarmiento
Elena Martínez Castelló

Desarrollo del reportaje:
Este reportaje se centra en tratar los micromachismos y los roles de género que persisten en la sociedad actual, aunque sea en menor medida que hace unos años, centrándose especialmente en el día a día de los jóvenes y en situaciones cotidianas. A través de testimonios recogidos en la facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid, se evidencia cómo ciertos comportamientos y actitudes machistas, por estar profundamente normalizados, pasan desapercibidos e incluso se justifican. El objetivo principal del trabajo es visibilizar estas microviolencias, que, aunque sutiles, tienen un impacto significativo en la vida de las mujeres, perpetuando estereotipos y desigualdades.

En lugar de enfocarse en figuras de interés público, el reportaje se centra en experiencias cercanas y cotidianas que reflejan realidades compartidas por estudiantes a pie de calle. La intención es que estas historias conecten con el público universitario y generen reflexión sobre cómo, a menudo sin cuestionarlo, reproducimos o toleramos estos comportamientos.

También hemos querido preguntar sobre la vista que se tiene de las mujeres dentro del cine, y cómo se trata la información en los medios desde una perspectiva de género. Es importante analizar estas actitudes en el ámbito del cine y los medios de comunicación porque estas industrias no solo reflejan la realidad social, sino que también tienen un papel clave en la creación y perpetuación de roles de género y
estereotipos. A través de las narrativas que proponen, las imágenes que muestran y los discursos que validan, el cine y los medios contribuyen a normalizar comportamientos machistas y micromachismos, tanto en pantalla como fuera de ella. Al cuestionar cómo se representan a las mujeres y cómo se naturalizan estas actitudes en productos culturales y mediáticos, podemos evidenciar las bases

machistas que siguen presentes en la sociedad y fomentar una mayor responsabilidad en la construcción de contenidos inclusivos y no sexistas. Una de las principales dificultades ha sido recoger testimonios sinceros en un entorno en el que, en ocasiones, se tiende a minimizar la existencia de estas problemáticas o a evitar conversaciones incómodas. Además, el reto ha sido trasladar estas experiencias personales al texto periodístico de forma respetuosa y crítica.

Este reportaje no solo pretende denunciar, sino también abrir un espacio para el diálogo sobre la necesidad de cuestionar y deconstruir actitudes que perpetúan roles de género y desigualdad, especialmente en un entorno académico que debería aspirar a ser un lugar de igualdad y progreso.