Trabajo realizado por Gema Martín Cillán.

El objetivo de mi trabajo ha sido dar visibilidad a mujeres artistas que suelen ser las grandes olvidadas en los libros de texto.

En la historia en general y en el mundo del arte en particular, los hombres mantienen la hegemonía cultural favoreciendo la perpetuación de una visión androcentrista de la historia. Este patrón, que se mantiene en nuestros días, impide la visibilización de referentes femeninos en el campo artístico, lo que conduce a un circulo vicioso en el que, por un lado, las mujeres artistas no gozan del reconocimiento que merecen y, por otro lado, las nuevas generaciones carecen de referentes femeninos que les motiven a desarrollar su talento.

Las mujeres han participado activamente en el mundo artístico desde el inicio de los tiempos, pero no han logrado alcanzar el reconocimiento que merecen. Muchas de ellas, para poder divulgar su producción, tuvieron que recurrir a ocultar su identidad bajo nombres falsos o, incluso, atribuir sus obras a sus hermanos o maridos. Esta solución que encontraban las artistas ha impedido que reconozcamos sus obras como suyas y, por tanto, sean consideradas creaciones de otros autores.

Sin embargo, las artistas del 27, fueron mujeres valientes y transgresoras a las que últimamente se les está dando el -no se si el suficiente- protagonismo que merecen. Las sinsombrero vivieron en un contexto en el que surgen en España fuertes movimientos sufragistas y feministas a los que, la sociedad española, les debemos tanto.